14 agosto 2006

Titánica lucha de María José Pueyo

Diario del Altoaragón (13.8.2006)

Titánica lucha de María José Pueyo
La atleta serrablesa acabó con mucho sufrimiento y se convierte en la quinta española que completa el maratón

María José Pueyo no logró su objetivo de meterse entre las quince primeras del maratón disputado ayer en el Europeo de Goteborg, pero mantuvo una lucha titánica contra sí misma para lograr acabar en el puesto vigesimoséptimo con un crono de 2h47:27, muy lejos de su mejor marca, la que realizó el pasado mes de abril en Hamburgo con 2h33.30. La vencedora fue la alemana Ulrike Maisch con 2h30:01.

HUESCA.- La serrablesa partía con la vigesimotercera marca de las 36 participantes que tomaron la salida a las 12:10 de la mañana y llegaba a la capital sueca con una preparación envidiable, pero como ya advertía en los días previos “el maratón es un cara o cruz” y ayer, en una de las pruebas más duras y a la vez espectaculares de los últimos campeonatos, no tuvo su día. Sin embargo, demostró un pundonor y un orgullo envidiables para, con el aliento de todos sus familiares desplazados al Europeo, convertirse en la quinta española en todos los tiempos que logra terminar los 42 kilómetros más exigentes del calendario de pruebas atléticas del Europeo. “En el kilómetro 15 no sabía si podría terminar porque ya estaba muerta, pero no podía retirarme siendo la única española en la carrera y con el ánimo de toda la gente detrás de mí”, señaló exhausta nada más cruzar la línea de meta.

María José Pueyo tuvo un comienzo de carrera prometedor y aguantó en el grupo de cabeza con las 20 primeras sin signos visibles de cansancio hasta el kilómetro 15 (algo más de 55 minutos), e incluso pasó en sus registros por el medio maratón (1h18), pero a partir de ese instantes comenzaron los problemas. “Sentía mucho frío en las piernas y me quedé sin fuerzas. Afortunadamente he podido llegar, pero qué sufrimiento”, recalcó a los compañeros de Teledeporte.

Conforme fueron pasando los kilómetros, María José fue perdiendo puestos, cuando siempre se ha caracterizado de ir de menos a más, y tuvo que librar casi en solitario una descomunal batalla contra el viento, la lluvia y el frío. “A mí me va mejor correr con calor, pero esta temperatura era buena, aunque los cambios eran impresionantes. Iba muerta recordando lo de Hamburgo y a todo el equipo. Ni mucho menos podía abandonar ni defraudar a toda esa gente que ha estado conmigo”.